Chiquito, risueño y coqueto
con tus ojitos inquietos
me miras con tanta ternura
llenàndome de dulzura.
De àmbar es tu color tan suave,
de nàcar tu tierna piel,
tus ojitos dos luceros
que me hacen a tì querer.
Como libèlula de esperanza
abres tus brazos a mì
y quedito te voy diciendo
¡ Mi capullito de alhelì !
A`sì pegadito a mi pecho,
te duermes tan dulcemente
arrullado por los latidos
que mi corazòn desprende.
Si vieras mi niño hermoso
còmo he aprendido a quererte.
Estàs lejos de mi vida
pero algùn dìa irè a verte.
¡ Tu sonrisa lo ilumina todo !
Anda mi capullito dulce
dàme tu inquieto sonreir
para que salga el sol para mì.
¡ Duerme... duerme àngel mìo !
Que te arrullen mis canciones de amor
y que los àngeles del cielo canten
una dulce canciòn de cuna.
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