Era un pobre caracol cautivo
en un inmenso charco de agua
entre lodo, rocas y desesperanza
veìa pasar su vida con ansiedad.
Llegò un dìa en que luchando
por alcanzar el ideal de libertad
sobre su casita sus cosas llevando
buscò un atajo para salir del lugar.
Aquèl caracol con su paso lento
arrastrando morada, recuerdos y màs
busca un lugar donde pernoctar
y una compañera que le de felicidad.
Encontrò una golondrina le dijo - ¡ hola que tal ! -
le envolviò en sus redes, le dejò tan mal,
siguiò su camino, encontrò una lucièrnaga
le entregò su vida ¡ querìa felicidad !
Un dìa triste y cruel la lucièrnaga volò,
le dijo sollozando que perdido èl estaba,
que no le abandonara a la soledad
pero la lucièrnaga no le supo escuchar.
El pobre caracol lloraba y lloraba,
el que le veìa solo murmuraba
- una lucièrnaga y un caracol
no pueden caminar juntos bajo el sol.
Un dìa nublado que triste paseaba
pensando en su amada y llorando
escuchò una voz que detràs le decìa
- ¡ hola caracol porque andas solo por la vida ! -
Y el caracol con su lentitud acostumbrada
virò la cabeza, las antenas paradas,
contemplò junto a èl que pasaba
una caracola muy sonriente y vaga.
Le dijo el jilguero... ¡ èlla puede amarte !
le dijo la flor.... ¡ te harà olvidar el dolor !
le dijo la madrugada... ¡ èlla serà tu morada !
y le dijo el sol ¡ siempre te darà su amor !
Las mariposas brotaron de la oruga,
los gorriones gorjeaban sin cesar
y aquèl gusanito ya se hizo grande
mientras los caracoles se han unido ya.
Y colorìn colorado, ahì van dos caracoles enamorados
¡ y un sueño que iniciaba se hizo realidad !
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